El bismuto es el primer elemento de los descubiertos en la Edad Media, del cual no hay referencia alguna en la antigüedad. No lo conocían los egipcios, ni los griegos, ni los romanos, ni se había identificado algún mineral que lo contuviera; por lo tanto es el primer elemento, por no decir el único, que surge realmente en el medievo.
El primero que lo menciona como metal es el inglés Neumann. El bismuto es un metal blanco pero con tendencia rojiza, bastante denso, con punto de fusión de 271ºC. Forma una red en capas de anillos hexagonales no planos. Pero cristalizado presenta este aspecto tan curioso:
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